Adopción espiritual de un No Nacido- 2
NOMBRAR PARA SANAR

(Mujer con ropa tradicional de Eslovaquia, porteando un bebé. Fotografía de Igor Grossmann)

(Pintura de Eduardo Naranjo)
Fue hace muchos años
que un guardián de los infiernos
me dio una clave fundamental
para sanar a los No Nacidos.
Me habló del gravísimo problema
que estas almas solían cargar consigo:
generalmente no habían sido NOMBRADAS.
No solo eso, sino que tampoco
se las consideraba siquiera "humanidad"
sino trozos de carne,
cosas parecidas a "tumores"
que había que extirpar.
Y como esos espíritus están en formación
y su sentido de identidad
se forma de manera entrelazada
con la MIRADA y el PENSAMIENTO
de su madre, su padre y su familia
(pero sobre todo su madre),
¿qué es lo que sucede entonces?
Pues que al ser tratados
como tumores, cosas o carne no humana
(en todo caso, no como "ser humano")
muchos se terminan SINTIENDO así,
identificándose con algo monstruoso
o inhumano.
Pues si tu madre ni te mira
y piensa de ti como si fueras una cosa mala,
o un trozo deforme de tejido fibroso,
puedes llegar a creértelo.
Sobretodo si ya saliste del "Cielo",
ya estás descendiendo hacia este plano,
aún eres muy chiquito
y te estás "formando" como personita.
Así que estas "almitas"
a menudo se van deformando en su aspecto
al absorber las proyecciones
de su madre (y/o su padre, etc)
En lugar de construir un sueño de futuro
como hermosos niños
se van viendo a si mismos como algo feo
generador de RECHAZO.

El problema se agrava por la falta de NOMBRE,
aunque es lógico que si no se piensa
que ese ser en formación sea humano,
no se le quiera dar un nombre.
A un hijo no deseado
no se le desea ni mirar,
y tampoco nombrar.
Porque nombrar es un modo
de RECONOCER en la existencia
a alguien.
Estos No Nacidos
casi nunca son nombrados
y esto acarrea un problema en lo sucesivo,
pues incluso aunque en el Más Allá
se les desee ayudar,
es prácticamente imposible "llamarlos"
y atraerlos,
pues no han sido reconocidos
ni como personita, ni como INDIVIDUOS.

(Arriba y abajo, fotografías de Angelo Musco)

Tal vez por eso
tuvo que ser una Entidad infernal
(y NO me refiero a Anubis,
sino a otro Ser que trabaja y se mueve
en planos mucho más densos y conflictivos)
quien me dijera en su momento
(agobiadísimo y preocupado)
que ya no se sabía ni qué hacer
con el "problema" de los abortados
en el Más Allá.
Porque eran MILLONES
y formaban masas de sufrientes
y de espíritus rabiosos, deprimidos o perdidos,
en estados muy CAÓTICOS
y muy complejos de "manejar".
Pero al no tener nombre,
¿cómo llamar a cada uno
y conducirlo hacia un lugar
más apropiado?
A veces estos espíritus no se agrupaban
sino que se escondían en solitario
en rincones muy profundos de los infiernos,
y aún era más difícil entonces
llamarlos, sacarlos de ese lugar.
¿Cómo te diriges a un ser
que está CONFUSO respecto a lo que es,
puesto que ni siquiera sabe
si es humano o una cosa, o qué?
Su realidad "parpadea"
y se nubla, pasando de unas formas a otras.
Su mente es muy primaria
y suele estar fija en emociones crudas e intensas,
pero a veces también está disgregada
por el sufrimiento del aborto
como PROCEDIMIENTO FÍSICO
en sí mismo.
Pues dependiendo de cómo se hiciera este,
y de la edad gestacional,
algunos No Nacidos han vivido
un desmembramiento tardío,
que ha significado, para ellos,
no solo dolor físico
sino también una fragmentación mental,
en correlación con la fragmentación de su cuerpo.
¿Y cómo ayudar a esos "trozos" separados,
si ni quiera tenían nombre
ni sentimiento de identidad consolidado
cuando "eso" sucedió?

(Arriba y abajo, fotografías de Angelo Musco)

Por eso, lo primero que hay que hacer
tras ofrecerse para ADOPTAR
a un No Nacido
(idealmente, miembro en la sombra
de la familia extensa)
es NOMBRARLO.
Es IMPRESCINDIBLE
ponerle un nombre
aunque sea simbólico.
Una madre adoptiva
NOMBRANDO a un No Nacido
tiene en sí el poder de reconstituir su ser,
y devolverlo a la humanidad.
Pues la energía del ÚTERO
es, en parte, para eso:
para "TEJER" cuerpos cohesionados
y formar seres humanos.
Una madre adoptiva
puede LLAMAR incluso a los trocitos
de un bebé abortado en una fase avanzada
de la gestación,
y los fragmentos la escucharán.
Y acudirán al llamado de esa mujer
cuyo útero es como UN CORAZÓN
que late con el amor
que regenera mundos
y repara los pedazos rotos
por el desamor.


(Arriba, ilustración de Michele P. Tripp)
Ponle un nombre a ese No Nacido.
Reconoce su humanidad.
Reconócelo como personita.
Nómbralo como si fuera tu propio hijito o hijita
y estuvieras maravillada por su nacimiento.
Haz un rito íntimo
para tal cosa.
Crea un espacio y dedica un tiempo
para NOMBRAR de manera sanadora
a ese pequeño ser,
y su alma RESPONDERÁ a eso
pues está sedienta de "ser"
y de amor.
Creedlo, mujeres:
vuestro útero es un corazón
cuyo vacío sirve para crear
seres humanos,
y el útero puede latir con un sonido
que escuchan los desamparados.
Pero empezad por vuestra familia
y buscad a los perdidos
de vuestra propia estructura familiar extensa,
para que se sane a su vez
la red PLACENTARIA o MATRICIAL
de vuestro "sistema" o "red" arborescente
familiar.


(Arriba, ilustración de Arahna-Ua)
Nombra a ese No Nacido
desde la maravilla,
desde el buen deseo para su alma,
desde el reconocimiento de su humanidad.
Y confía en su destino,
pues con amor,
compañía y reconocimiento,
es casi IMPOSIBLE
que un alma no "crezca",
y despegue tarde o temprano
hacia una etapa diferente.

Y este es el resumen
de la segunda clave fundamental
relativa a la adopción espiritual:
para que se realice de manera formal,
para que se materialice:
hay que "bien" NOMBRAR
al No Nacido que se adopta.
CONTINUA en:
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Comentarios
Ur, lloro de emoción, y le pido a la divinidad, que me guíe y me dela fuerza y amor para adoptar.
Aunque tengo 64 años, mi hija que quiere un bebé y no ha podido. Pero está intentando. Le pido a Dios que nos ayude, me encantaría ser abuela,❤️🙏🌟
Me alegra mucho que esta información conmueva emociones, porque todo junto puede ser sanador. Yo he observado que, en algunas ocasiones, los No Nacidos sin "atender" ni conducir hacia la paz, obstaculizan la fertilidad en una familia (pues reclaman ser tenidos en cuenta en primer lugar, o absorben vitalidad del vientre de la madre potencial), o entorpecen la crianza de los recién nacidos, a los que pueden tener envidia, por sentir injusto que unos reciban tanto, mientras otros fueron muertos y arrojados a la basura. Desde mi experiencia, con un No Nacido los "razonamientos" de adulto no sirven de mucho. Es mejor escuchar, no juzgar su enojo o su tristeza... y decir "lo siento", y, enviándoles amor, rezar pidiendo un nuevo camino para ellos. Generalmente La Madre puede hacerse cargo, pero primero suele ser necesario que una mujer humana los mire y les envíe amor maternal. Por eso estoy escribiendo estas entradas, aunque estoy resumiendo tantísimo, que me dejo muchas cosas por decir.